MONEDAS INDIAS DE LA EDAD MEDIA (III)

Extensión aproximada del reino bahmaní
 (1400 d.C) Fuente: wikipedia
Enfrentarse a la numismática india implica un verdadero desafío por varias razones. La principal de ellas es la variedad y riqueza que la caracteriza desde tiempos inmemoriales, variedad basada en parte en las influencias griegas, persas y árabes que condicionaron pesos y medidas así como la estética de las monedas indias. Otra razón se encuentra en la constante división que caracteriza la historia de India, ya que solo en contadas ocasiones el subcontinente ha permanecido unido bajo una misma administración.

Esta unificación tuvo lugar en la Antigüedad durante la época Maurya y no se repetiría, aunque por menos tiempo, hasta el establecimiento del Sultanato de Delhi. A partir de los siglos X-XI el Islam comienza a penetrar por el noroeste del subcontinente de la mano de los gaznawíes de Afganistán primero y de los guríes después, atraídos por la riqueza en recursos naturales del norte de India. A principios del siglo XIII se fundó el Sultanato en Delhi, que llegó a dominar durante el siglo siguiente la mayor parte de los territorios que hoy componen la India, así como zonas de Pakistán y Bangladesh. No obstante este control resultó más simbólico que real, puesto que tanto en la meseta del Deccan en el centro como en el sur florecieron otros reinos rivales. Es el caso del reino bahmaní, independizado del sultanato de Delhi a mediados del siglo XIV (justo durante la época de la peste negra en Europa, una triste coincidencia) y que durante doscientos años ocupó la mayor parte de la India central, una zona comprendida por los actuales estados de Maharashtra, Telangana y norte de Karnataka.


El fundador del reino bahmaní fue Alauddin Bahman Shah, que dotó al sultanato de una capital en la actual Gulbarga, estructuras de estado eficientes así como una posición dominante en la meseta del Deccan. Durante los siguientes 200 años el principal rival de este sultanato fue el reino hindú de Vijayanagar al sur, con el que se disputaba regiones fronterizas ricas en recursos naturales, generalmente con resultado favorable hacia los bahmaníes. A principios del siglo XV bajo el reinado del sultán Firoz Shah el reino alcanza además su zénit cultural y artístico, desarrollando un arte islámico caracterizado por la fusión de  influencias del norte y del sur del subcontinente. Asimismo, se convirtió en una potencia económica gracias al desarrollo de la agricultura y del comercio marítimo a través de sus puertos en el Mar de Arabia. Su hermano Ahmed Shah logró además que el reino llegara a la Bahía de Bengal, abarcando así el centro de India de costa a costa. Tras la muerte del sultán Mahmud Gawan en 1482 ninguna personalidad fuerte logró hacerse con las riendas del reino, caracterizándose progresivamente por rivalidades internas entre facciones de la nobleza, lo cual suele ser el paso previo a la desintegración. En 1527, el sultanato bahmaní fue sucedido por 5 reinos independientes: Bidar, Berar, Ahamednagar, Bijapur y Golkonda.

Algo que sirve para demostrar el apogeo de este sultanato del Deccan es su emisión monetaria. Poco después de independizarse de Delhi los bahmaníes restituyeron el devaluado tangka de plata a los 11 grs. y potenciaron la emisión de monedas de cobre, no solo en cantidad sino también en variedad. Contrariamente a lo que solía suceder con estas denominaciones, las unidades de cobre fueron aumentando en peso y tamaño, llegando a alcanzar los 18 grs. de peso, lo que demuestra la importancia que los bahmaníes otorgaban a la producción de circulante de uso cotidiano.


La moneda que presento hoy no parece ser estrictamente bahmaní pero sí de uno de sus reinos sucesores: Golkonda. Según las indicaciones del vendedor, en el que confío plenamente, se trataría de una fracción de falus de cobre de la ceca de Hyderabad, de 4,2 grs. y 18 mm., emitida a finales del siglo XVI, época en la que no se ponía el sol en el imperio de Felipe II. Por tanto, no estaríamos hablando estrictamente de una moneda medieval (mis disculpas a los puristas históricos) pero no cabe duda de que está basada en emisiones bahmaníes previas. 


Golkonda, territorio que hoy día ocupa lo que viene a ser el estado indio de Telangana, ejerció como sultanato independiente durante 150 años. Durante este tiempo la literatura en lengua telugu fue potenciada, así como la arquitectura indo-persa como hoy día atestiguan sus fortificaciones. En 1687 este reino fue conquistado por el emperador mughal Aurangzeb, dentro de una política de expansión que le llevó a controlar la totalidad del subcontinente indio, aunque, como sucedió con el sultanato de Delhi, por un periodo breve de tiempo.  

Early World Coins & Early Weight Standards, by Robert Tye, published by Early World Coins, York 2009


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