FUANG DE CAMBOYA

Aspecto del fuang de Camboya de 1845,
con el ave hamsa y el símbolo qi o chi encima
En más de una ocasión hemos tenido la oportunidad de mencionar que el sureste de Asia ha sido históricamente el punto de confluencia de dos grandes culturas: la china y la india. Camboya, en el sur de la región, no fue ajena a este hecho. Durante el primer milenio d.C. se produjo un proceso de “indianización” en toda la zona, en el que la cultura y religión india se expandieron hacia el este. Este proceso fue resultado de los intensos intercambios comerciales y al consiguiente desarrollo de la navegación en la zona, por no hablar de la influencia que ciertos estados indios lograron en la región Los reinos del sur del subcontinente indio habían destacado siempre por su inclinación a establecer relaciones comerciales con sus vecinos. El Imperio chola, que dominó el sur de la India entre los siglos IX y XIII consiguió además una hegemonía efectiva (que incluía el uso de la fuerza militar) sobre todo el sureste asiático con el fin de defender los intereses de sus comerciantes. El control de las rutas comerciales entre la Bahía de Bengal y el sur de China era fundamental, y el Imperio chola, que destacaba por la exportación de de textiles, medicinas, especias y joyas a China, tenía aquí depositados la mayor parte de sus intereses económicos.


Los soberanos de los reinos del sureste de Asia adoptaron la cultura, deidades como Shiva y Vishnu y simbología indias como forma de reforzar su autoridad política. Para ello no dudaron además en implantar una organización social similar al sistema de castas. En la zona que hoy ocupa Camboya florecieron durante el primer milenio d.C. diferentes reinos indianizados como Funan, Chen La y especialmente Angkor, coetáneo del Imperio Chola. El reino de Angkor o Imperio jemer (llamado así por ser ésta la etnia dominante en la zona), cuyo origen aproximado se sitúa en el siglo IX y su extensión llegó a abarcar la mayor parte del sureste asiático, fue sin duda el más exitoso e influyente de todos estos reinos. Este esplendor se refleja en su cultura hidráulica (canalizaciones, irrigación y embalses) así como en sus impresionantes proyectos arquitectónicos, cuya grandeza puede hoy apreciarse en el templo de Angkor Vat (cuya silueta, por cierto, está representada en la bandera camboyana). 
Diferentes tipos de fuang
según Robert Tye

Como todos los imperios, Angkor afianzó su poder mediante alianzas de conveniencia recurriendo a la fuerza cuando era necesario. Como todos los imperios también, conoció momentos de esplendor y crisis, y terminó sucumbiendo ante rivales pujantes como sus vecinos thai o vietnamitas. Tras el saqueo de Angkor en 1431 por parte del reino de Ayutthaya los jemeres fueron progresivamente empujados hacia el sur, estableciéndose en el área de Pnom Penh. Durante los siglos siguientes Camboya pasó a ser un reino irrelevante en la zona, cuya suerte dependió en todo momento de los intereses y estrategias de los reinos vecinos. De esta forma no fue complicado para los franceses convertir a Camboya en un protectorado en 1864, pues simplemente se modificaba una relación de vasallaje ya existente.

La moneda de hoy fue emitida precisamente en este momento, o, para ser más exactos, unos pocos años antes, alrededor de 1845. Las monedas que representan el ave “hamsa” (hamza bird en inglés) se produjeron durante dos siglos, entre el XVII y el XIX en diferentes materiales dependiendo de las necesidades de devaluación (plata, vellón y cobre). Se trata fuang, es decir, octavos de tical o baht, moneda de referencia en la zona (v. entrada sobre las monedas-bala). La que muestro en las imágenes es de vellón, está acuñada por una sola cara y tiene dimensiones similares a un céntimo de euro: 1,26 grs. de peso y 13-14 mm. de diámetro. El tical (denominación occidental) o baht (denominación asiática) era una unidad monetaria basada en el 4, de tal manera que se subdividía en 64 att, 32 pe, 8 fuang y 4 salong.


En su obra acerca de monedas antiguas Robert Tye afirma que Camboya representa el límite de la influencia numismática india hacia el este. Esta moneda demuestra esta afirmación, ya que el ave hamsa es una representación del dios Brahma, es decir, el dios creador del hinduismo. Además, encima del ave podemos apreciar el símbolo qi o chi, que representa la energía o fuerza natural como principio elemental de diferentes disciplinas orientales como la medicina natural o las artes marciales. Es en mi opinión un recordatorio de que China tuvo también su cota de influencia en esta tierra.

Para realizar esta entrada he necesitado numerosas referencias que os detallo a continuación:

Sobre el fuang:
Standard Catalogue of World Coins, 1801-1900, edited by George S. Cuhaj, p. 154
Early World Coins & Early Weight Standards, by Robert Tye, published by Early World Coins, York 2009, p. 100

Sobre la Historia de Camboya:
Sellier, J. Sudeste de Asia, Encrucijada de Influencias en El Atlas de las Civilizaciones. Le Monde Diplomatique en español. Fundación Mondiplo, Valencia.

Sobre mitología hindú y el concepto del chi


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